Llegaste al gimnasio con ganas de darlo todo, y a los veinte minutos te sientes como si hubieras corrido un maratón. Los músculos te duelen, la respiración se te corta y en tu cabeza ya suenan excusas: «Hoy no es mi día, seguro».
Llegaste al gimnasio con ganas de darlo todo, y a los veinte minutos te sientes como si hubieras corrido un maratón. Los músculos te duelen, la respiración se te corta y en tu cabeza ya suenan excusas: «Hoy no es mi día, seguro». Si te identificas, no estás solo. Pero la fatiga durante el entrenamiento no siempre significa que hayas dado el máximo. A menudo, es una señal de que estás cometiendo errores. Aquí tienes cinco causas comunes de fatiga prematura y cómo solucionarlas.
Si vienes al gimnasio habiendo tomado solo un café, no esperes milagros. Sin reservas de glucógeno, los músculos se fatigan rápido, la energía desaparece y cada ejercicio se vuelve una tortura. Sí, entrenar en ayunas puede ayudar a quemar grasa, pero solo si eres un atleta experimentado y bien preparado. Si no, es una ruta directa al fracaso. Antes del entrenamiento, basta con un snack ligero como un plátano o un yogur, y notarás la diferencia al instante.
Carga máxima, descanso mínimo, ¡vamos! Así no se hace. No le das a tu cuerpo tiempo para calentar bien, tu respiración se acelera, la técnica sufre y en diez minutos estás agotado. Trabaja con este esquema: calentamiento, aumento gradual de la carga, ritmo razonable. Así el entrenamiento será efectivo y seguro.
Trabajas mucho, pero no ves resultados. Quizá estés haciendo los ejercicios mal: usas la inercia en lugar de los músculos, «juegas» con el peso en vez de controlar el movimiento. El resultado es fatiga, dolores y falta de progreso. Mejor hacer menos repeticiones, pero bien hechas.
Descansa según tu objetivo: para ganar masa, 60-90 segundos; para fuerza, hasta 3 minutos; para resistencia, menos de un minuto. Si descansas poco, no te recuperas; si demasiado, los músculos se enfrían. El temporizador y la concentración serán tus mejores aliados.
Dar siempre el máximo es la vía directa al sobreentrenamiento. Los músculos y el sistema nervioso se fatigan, y el progreso se detiene. Alterna semanas ligeras y moderadas, y dale a tu cuerpo tiempo para recuperarse.
Este sitio utiliza cookies para ofrecerte una mejor experiencia de navegación. Al navegar por este sitio web, aceptas el uso de cookies.