¿Has notado que a veces tu mente está como en una niebla, te cuesta concentrarte o recordar cosas simples? La causa podría estar en tus hábitos. Cómo vives, qué comes y en qué piensas afecta directamente el funcionamiento de tu cerebro.
¿Has notado que a veces tu mente está como en una niebla, te cuesta concentrarte o recordar cosas simples? La causa podría estar en tus hábitos. Cómo vives, qué comes y en qué piensas afecta directamente el funcionamiento de tu cerebro. Los cambios no son inmediatos, pero con el tiempo algunas costumbres pueden dañar seriamente tu memoria y concentración. Aquí tienes 8 hábitos que deberías eliminar si quieres que tu mente funcione como un reloj suizo.
Si pasas la mayor parte del tiempo en casa, como un verdadero vampiro, esto afecta negativamente tu memoria. El principal culpable es la falta de luz solar y vitamina D. Sin ellos, tu cerebro tiene más dificultad para realizar tareas, la memoria sufre y la concentración disminuye. La solución es simple: sal más seguido para cargar tu cerebro con la energía del sol.
¿Te gusta escuchar música a todo volumen? Recuerda: es un estrés para tu sistema nervioso y tu audición. El cerebro tiene que gastar más recursos para reconocer los sonidos, lo que reduce la capacidad de memorizar y concentrarse. Acostúmbrate poco a poco a bajar el volumen — tu memoria te lo agradecerá.
Pasar todo el día en el sofá viendo series es agradable, pero el cerebro no recibe la estimulación necesaria y empieza a “oxidar”. Nuevas experiencias, retos mentales y cambiar de entorno son lo que mantiene la memoria en forma. ¿Quieres olvidar menos? Cambia tus hábitos con frecuencia y prueba cosas nuevas.
La comida rápida y grasosa no solo daña tu figura sino también tu cerebro. Aumentan la presión arterial, sobrecargan el corazón y empeoran la circulación, afectando la nutrición cerebral. Si quieres mantener la mente aguda, equilibra tu dieta y elige alternativas más saludables.
El estrés crónico es el enemigo número uno de la memoria. Provoca la liberación de cortisol que daña las zonas del cerebro responsables del aprendizaje y la memoria. Aprende a relajarte, descansar y no ignores tu estado emocional — incluso pequeños cambios pueden tener un gran impacto.
Cada cigarrillo reduce el flujo de oxígeno al cerebro, es como correr un maratón respirando por una pajilla. Los fumadores sufren más de olvidos y lentitud mental. La buena noticia es que el cerebro comienza a recuperarse semanas después de dejar de fumar.
No necesitas ser atleta, pero sin movimiento tu cerebro funciona peor. La actividad física mejora la circulación y estimula el crecimiento de nuevas conexiones neuronales. Puede ser una caminata, bicicleta o incluso bailar — elige lo que te guste y hazlo regularmente.
La falta de sueño es el camino directo a la pérdida de memoria y a la “niebla mental”. Durante el sueño, el cerebro procesa la información y se regenera. No sacrifiques el sueño por trabajo o entretenimiento — dale a tu cerebro lo que realmente necesita y notarás que te será más fácil memorizar y pensar.
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