Fumar es un tema delicado. Nuestra redacción no busca promover el hábito, pero entendemos que dejarlo puede ser muy difícil para muchas personas. Para algunos, el cigarrillo es la única manera de aliviar el estrés, y para otros, simplemente falta motivación. La adicción se forma a nivel químico, y dejar de fumar puede ser un proceso complicado.
Fumar es un tema delicado. Nuestra redacción no busca promover el hábito, pero entendemos que dejarlo puede ser muy difícil para muchas personas. Para algunos, el cigarrillo es la única manera de aliviar el estrés, y para otros, simplemente falta motivación. La adicción se forma a nivel químico, y dejar de fumar puede ser un proceso complicado.
Quizás ya dejaste de fumar, pero durante muchos años esta costumbre fue parte de tu vida. En ese caso, es fundamental prestar atención a ciertos aspectos de tu salud. Hemos recopilado las enfermedades más peligrosas relacionadas con el tabaquismo y te contamos qué exámenes puedes hacer para controlarlas. Recuerda que la mejor prevención siempre es dejar el hábito.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las consecuencias más comunes y graves del fumar: infartos, accidentes cerebrovasculares y rupturas de aneurismas suelen ser fatales para fumadores de largo plazo. Visita a tu médico de cabecera para calcular tu riesgo absoluto de muerte por estas causas usando la escala SCORE. Generalmente se realiza a partir de los 40 años durante chequeos rutinarios, pero si fumas, es recomendable comenzar antes. El médico medirá tu presión arterial, otros parámetros y te pedirá algunos análisis.
Un metaanálisis de Cochrane demostró que el ultrasonido para detectar aneurismas aórticos reduce el riesgo de muerte, al menos en hombres. Si fumas, tienes mayor riesgo de aneurisma, cuya ruptura requiere hospitalización inmediata y cirugía. Este tamizaje suele hacerse a partir de los 60 años, pero puedes consultarlo con tu médico para iniciar antes.
Lo primero que pensamos al hablar de fumar es el cáncer de pulmón. Es importante saber que el estándar para su detección es la tomografía computarizada de baja dosis, no la radiografía simple. Esta última no ofrece una imagen clara y está diseñada para detectar tuberculosis. Si fumas desde hace más de 20 años y consumes una cajetilla diaria, o lo hacías y dejaste hace menos de 15 años, deberías hacerte una tomografía anual para detectar cambios tempranos.
Fumar también aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. Para su detección existen varios métodos. La prueba de sangre oculta en heces, recomendada a partir de los 40 años, se usa para detección masiva. Si da positivo, se realiza una colonoscopía. Consulta con tu médico para evaluar si en tu caso conviene comenzar antes o ir directo a la colonoscopía.
Fumar eleva el riesgo de muchas enfermedades en mujeres: cáncer de ovario, mama, cuello uterino y endometrio, además de reducir la fertilidad y aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Si fumas, no olvides hacerte revisiones anuales con tu ginecólogo. Es fundamental realizar el Papanicolaou para detectar cáncer cervical. Consulta también sobre otros estudios (como la mamografía) que quizá debas hacer con más frecuencia o desde antes.
Los fumadores suelen padecer enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma. También quienes usan vapeadores pueden tener problemas respiratorios; la enfermedad EVALI es un ejemplo reciente. Existen pruebas que ayudan a evaluar cómo funcionan tus pulmones. Informa a tu médico que fumas para que pueda escucharte con el estetoscopio y posiblemente hacerte una espirometría. Si tienes síntomas, podrían indicarte más pruebas respiratorias.
Otra enfermedad peligrosa y común provocada por fumar es la diabetes tipo 2. Para detectar cambios en tu metabolismo a tiempo, el médico ordenará análisis específicos. La medición puntual de glucosa no basta, ya que solo refleja el nivel en ese momento. Según los protocolos, te harán la prueba de hemoglobina glicosilada y otros análisis. La frecuencia la determinará tu médico.
Fumar está relacionado con enfermedades oculares graves: degeneración macular, glaucoma, cataratas e incluso ceguera total. Si notas cambios en la calidad de tu visión, visita a un oftalmólogo. Es recomendable medir la presión intraocular a partir de los 40 años para reducir el riesgo de glaucoma. En tu caso, el médico podría sugerir comenzar antes.
Fumar es un hábito peligroso. Organismos internacionales como la OMS lo califican como una carga sanitaria, y en gran medida tienen razón. Es fácil empezar y muy difícil dejarlo. El tabaco afecta no solo la salud de los fumadores, sino también la de sus hijos y familiares, que están expuestos a los mismos riesgos. Desde menscult.net te animamos a dejar el hábito y minimizar sus daños. Si te cuesta, busca apoyo en personas que atraviesen lo mismo. En menscult.net creemos en ti.
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