Amigo, seamos honestos: ¿quieres conservar tu sonrisa toda la vida o andar corriendo al dentista con dolor y caries? Entonces este artículo es para ti. Sabes, a veces nuestros hábitos — incluso los que parecen inofensivos — pueden empezar una guerra contra tus dientes. ¿Cepillas con demasiada fuerza? ¿Usas tus dientes como herramientas? ¿Respiras por la boca? Todo eso es camino directo al infierno dental. Aquí te cuento cuáles son los 6 hábitos que pueden matar tu sonrisa y cómo dejarlos.
Usas los dientes como herramienta
Abrir botellas o paquetes con los dientes es clásico, pero muy tonto. Riesgas una fisura o romper un diente. Además, metes un montón de bacterias en tu boca. Olvídalo, o terminarás en el dentista con coronas y carillas.
Usas blanqueadores con frecuencia
Los geles y tiras caseras pueden desgastar el esmalte y causar inflamación en las encías. El blanqueamiento profesional es más seguro y efectivo. No conviertas tu sonrisa en un problema.
Picas constantemente
Si comes algo dulce o con carbohidratos todo el día, estás alimentando bacterias en tu boca. Estas bacterias comen azúcar y destruyen los dientes. Tómate descansos, elige queso, nueces o verduras crujientes — no solo es sabroso, sino también bueno para tus dientes.
Cepillas los dientes con demasiada frecuencia y fuerza
Presionar fuerte no significa limpiar mejor. El cepillado agresivo desgasta el esmalte y expone la dentina sensible. Elige un cepillo suave y cepilla con movimientos circulares. Masajea tus dientes, no los tortures.
Cepillas los dientes justo después de comer
Después de comer, la boca está más ácida y el esmalte más blando. Cepillarte en ese momento es seguro para dañar los dientes. Lo mejor es cepillarte antes del desayuno o esperar al menos 30 minutos después de comer.
No usas hilo dental
Si no limpias entre los dientes regularmente, las encías se inflaman y las caries se esconden donde no ves. Usa hilo dental al menos una vez al día — son 5 minutos que protegen tus dientes.