¿Haces ejercicio, cuentas proteínas, grasas y carbohidratos, pero tus músculos siguen cediendo? No te apresures a culpar a tu rutina de entrenamiento; a veces el enemigo está donde menos lo esperas: en tu dieta.
¿Haces ejercicio, cuentas proteínas, grasas y carbohidratos, pero tus músculos siguen cediendo? No te apresures a culpar a tu rutina de entrenamiento; a veces el enemigo está donde menos lo esperas: en tu dieta. Aquí tienes 5 alimentos que pueden debilitar tus músculos y frenar tu progreso.
Unos sándwiches jugosos de jamón y queso pueden parecer un buen snack, pero las grasas saturadas en el embutido de cerdo no solo afectan tu corazón, sino también el tono muscular. Cámbialos por carnes magras como pollo o pavo, y añade verduras frescas. ¡Delicioso y efectivo!
Los caramelos latte y frappés son un golpe fuerte para tu cuerpo. Los picos de azúcar provocan bajones de energía y dificultan la recuperación muscular. El café negro con un poco de leche será tu nuevo aliado en el camino hacia un cuerpo definido.
La comida rápida crujiente es enemiga de tus músculos. El exceso de grasas saturadas y la inflamación frenan el crecimiento y la recuperación. Hornea las papas con un poco de aceite — rico, saludable y sin afectar tu forma física.
El consumo regular de refrescos conduce al aumento de peso y resistencia a la insulina. Cámbialos por agua con limón, jugos naturales o té sin azúcar — tus músculos te lo agradecerán y tu energía se mantendrá estable.
La corteza crujiente es enemiga de los músculos. Freír absorbe mucho aceite y quita nutrientes al pollo. Opta por pollo a la parrilla o al horno, añade especias y un poco de aceite de oliva — sabroso y saludable.
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