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Deja de obsesionarte con el consumo de proteínas en vacaciones: el verano no es para los macros

Verano, playa, vacaciones… y tú en pánico: ¿habrá suficiente proteína para no perder músculo? Bienvenido al mundo de los “proteinmaxxers”, personas para quienes las vacaciones se convierten en una carrera por los aminoácidos, y el verdadero descanso se transforma en contar gramos.

Verano, playa, vacaciones… y tú en pánico: ¿habrá suficiente proteína para no perder músculo? Bienvenido al mundo de los “proteinmaxxers”, personas para quienes las vacaciones se convierten en una carrera por los aminoácidos, y el verdadero descanso se transforma en contar gramos.

El año 2025 ha sido un triunfo de las dietas proteicas: la leche vuelve a estar de moda, las alternativas sin carne pierden popularidad, y el keto y los suplementos de proteína se han vuelto mainstream. Incluso el agua ahora recibe un “toque proteico”. Pero este año algunos se han pasado: turistas con bolsas de proteína en la revisión del aeropuerto parecen traficantes. Lección: las vacaciones no son tiempo para una dictadura de macronutrientes.

TikTok e Instagram están llenos de videos de “cómo consumir 200 gramos de proteína en vacaciones”, aunque un hombre promedio necesita solo unos 56 gramos al día. Ingleses, estadounidenses y australianos hacen compras masivas de proteínas en España e Italia, intentando que la cena sea lo más “musculosa” posible: bistec, huevos, pollo… y lo mejor es llevarlo todo en el equipaje de mano. En un video viral, un turista británico incluso pide agregar pollo a su carbonara. Respuesta italiana: no.

Parte de estas historias tiene sentido: un desayuno en Sicilia puede incluir brioche dulce con granita —delicioso, pero insuficiente para un día activo al sol. Los consejos sobre productos locales son útiles: un poco de jamón y pan tostado en España pueden ser un snack macro-equilibrado y económico. Algunos hoteles y clubs de playa ofrecen yogures y batidos proteicos, pero son la excepción, no la regla.

La dietista del NHS, Charlie Watson, señala: “Si entrenas mucho durante las vacaciones, mantener la proteína es importante para la recuperación. Pero si las vacaciones son más sedentarias, la necesidad de proteínas disminuye.” Y es verdad: nadie quiere que cinco días en la playa se conviertan en contar BCAA y creatina en lugar de disfrutar de Aperol Spritz y calamares.

El mejor ejemplo de “obsesión por la proteína”: Saxon Ratliff de The White Lotus. Su comportamiento de gym bro casi causa una tragedia. Lección: los fanáticos de la proteína no son divertidos para nadie a su alrededor. Nadie quiere sentarse al lado de alguien que mide creatina con cucharas y mezcla polvo viscoso en su batido.

Las vacaciones no son un maratón de gramos de proteína. Si has entrenado todo el invierno, tomado baños fríos y consumido creatina, haz un favor a tus amigos: cinco días en la playa — presume tus resultados, cóctel en mano, y deja la proteína en casa. El verano es para disfrutar, no para controlar macros.

¿Quieres ser genial? Relájate. Pasta, mariscos, delicias locales — y nada de contar polvos.

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