Recientemente, vi la queja de un programador contratado en redes sociales. Se dio cuenta de que la empresa estaba cobrando a los clientes tres veces más por su trabajo de lo que le pagaban a él. Lógicamente, se sintió explotado y engañado.
Recientemente, vi la queja de un programador contratado en redes sociales. Se dio cuenta de que la empresa estaba cobrando a los clientes tres veces más por su trabajo de lo que le pagaban a él. Lógicamente, se sintió explotado y engañado.
Pero si alguna vez has creado un negocio, pagado impuestos, buscado clientes, contratado y despedido empleados — no escribirías algo así. Porque conoces la verdad. Y la verdad es que el objetivo principal de cualquier negocio es ganar dinero. No repartirlo equitativamente, ni ser los buenos, sino generar ganancias.
Cuando una empresa vende tus horas a tres veces tu salario, no se está quedando simplemente con la diferencia. Estas son las verdaderas razones por las que cuesta tanto:
Y la cereza del pastel — el beneficio. Sin beneficio, un negocio es solo un hobby. Esto significa que si la empresa no gana más de lo que gasta, se hunde. Así es como funciona.
¿Te sientes infravalorado? Perfecto. Crea tu propio negocio freelance, busca clientes, negocia contratos, maneja los aspectos legales y empieza a cobrar ese precio tres veces más alto tú mismo. Nadie te detiene.
Pero cuando hagas eso, entenderás una verdad simple: la diferencia entre tu salario y lo que paga el cliente es el precio de tu tranquilidad. Es lo que pagas para cerrar tu laptop a las 6 p.m. y tomarte una cerveza, mientras alguien más se ocupa del alquiler, los contratos y a quién despedir si un cliente se va.
No confundas valor con coste. Sí, eres un especialista valioso. Pero la empresa fija el precio de tu trabajo basado en toda la cadena de creación del producto. Eso se llama emprendimiento.
El negocio no es una caridad. No se trata de repartir la torta en partes iguales. Se trata de asumir más riesgos a cambio de una recompensa potencialmente mayor. Así que si quieres ganar tres veces más, empieza por asumir al menos tres veces más responsabilidad.
Cuando te quejas de que la empresa vende tu trabajo al triple del precio, no te quejas de injusticia — te quejas de que no eres el dueño del negocio. Y esa es otra historia completamente diferente.
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