6 señales de que buscas la aprobación de los demás y cómo dejar de hacerlo

En la vida de todo hombre llega un momento en el que el deseo de complacer a los demás y obtener su aprobación se convierte en una necesidad casi constante.

En la vida de todo hombre llega un momento en el que el deseo de complacer a los demás y obtener su aprobación se convierte en una necesidad casi constante. Empezamos a buscar elogios, ganarnos el respeto y confirmar nuestro valor. Pero, ¿qué hacer cuando esta necesidad va más allá de la comunicación normal y se convierte en una verdadera dependencia? Si notas que constantemente buscas aprobación, es hora de trabajar en ti mismo. Aquí tienes 6 señales de que buscas la aprobación de los demás y cómo deshacerte de este hábito.

Tu autoestima depende de cómo te perciben los demás

Tiendes a evaluarte a ti mismo a través de los ojos de los demás y, a menudo, tomas su opinión como una verdad absoluta. Esto te agota, ya que intentas cumplir con las expectativas de los demás, olvidando tus propias necesidades y felicidad.
¿Qué hacer? Trabaja en tu confianza interior estableciendo metas que no dependan de la opinión ajena. Aprende a valorarte tal como eres.

Te cuesta tomar decisiones por ti mismo

Si constantemente preguntas a los demás qué hacer en diferentes situaciones, esto puede ser una señal de que buscas su aprobación. Tienes miedo de tomar una decisión y equivocarte.
¿Qué hacer? Empieza a tomar decisiones por tu cuenta. Los errores son parte del proceso, y cada elección equivocada es una oportunidad para aprender y volverte más sabio.

Te disculpas demasiado a menudo

Si pides perdón incluso cuando no has hecho nada malo, puede ser un signo de inseguridad profunda. A menudo nos disculpamos por nuestras emociones, opiniones o necesidades, tratando de complacer a los demás.
¿Qué hacer? Libérate de las disculpas innecesarias. No tienes que justificarte por lo que sientes o piensas.

Te gusta complacer a los demás

Si intentas hacer felices a los demás incluso cuando esto te causa incomodidad, es posible que dependas de su aprobación. Te olvidas de ti mismo en el intento de agradar a todos.
¿Qué hacer? Aprende a poner tus propias necesidades en primer lugar. Ayudar a los demás no debería significar descuidarte a ti mismo.

Eres demasiado sensible a los rechazos

Cuando invitas a un amigo o colega a salir y te dicen que no, empiezas a preocuparte demasiado. Tomas ese rechazo como algo personal, como si cuestionara tu valor.
¿Qué hacer? Acepta que los rechazos son una parte normal de la vida y que no significan que no valgas como persona. Cada uno tiene derecho a sus propias preferencias y límites.

Te cuesta quererte a ti mismo

Si constantemente buscas la aprobación de los demás, probablemente no te quieres lo suficiente tal y como eres. Te comparas con los demás y sientes que no cumples con sus expectativas.
¿Qué hacer? Desarrolla el amor propio trabajando en tu confianza interna. Compárate contigo mismo en lugar de con los demás y acepta tanto tus fortalezas como tus debilidades.