Descubierto: La edad en la que los hombres son más propensos a la melancolía

Un nuevo estudio revela la edad exacta en la que el hombre promedio es más propenso a sucumbir al aburrimiento y perder el interés en la diversión y el entretenimiento.

Un nuevo estudio revela la edad exacta en la que el hombre promedio es más propenso a sucumbir al aburrimiento y perder el interés en la diversión y el entretenimiento.

Según una investigación realizada por Airbnb, el punto álgido de aburrimiento en los hombres se alcanza a los 39 años. Este resultado coincide con la conocida crisis de la mediana edad, en la que muchos sienten una disminución de su vitalidad y enfrentan numerosas responsabilidades tanto en el trabajo como en el hogar.

Curiosamente, las mujeres alcanzan su punto máximo de desánimo antes, a los 35 años. Esto coincide con el punto máximo del deseo sexual, lo que añade una capa de complejidad a la situación. Por otro lado, la edad en la que las personas disfrutan más de la vida, caracterizada por la espontaneidad y la disposición al riesgo, es a los 27 años. A esta edad, las personas suelen ser más seguras de sí mismas, alegres y optimistas sobre el futuro, aunque, como muestra el estudio, esta vitalidad suele disminuir en la siguiente década.

Los criterios del estudio para medir la alegría de vivir incluyen:

• Fiestas salvajes hasta la madrugada en días laborables
• Sumergirse en un nuevo pasatiempo
• Amistades espontáneas
• Vacaciones improvisadas
• Aprender nuevas habilidades
• Visitas no anunciadas a amigos
• Cambios repentinos de trabajo
• Compras impulsivas
• Citas románticas y esfuerzos para mejorar las relaciones personales
• Participación en nuevos deportes

Desde esta perspectiva, un vikingo del siglo X, que conquista tierras y saquea templos, puede no parecer tan vivaz como un gerente moderno con una semana llena de citas, clases de macramé y compras espontáneas.

La buena noticia es que el aburrimiento a los 39 años es solo un pico. Alrededor de los 50 años, los hombres suelen volverse más alegres y, sorprendentemente, más espontáneos en sus acciones.

Otro punto positivo es que los galeses experimentan su crisis de aburrimiento más tarde, a los 41 años. Así que si eres galés, tienes unos años adicionales de disfrute antes de que llegue la sequía.