En el mundo moderno, las relaciones amorosas no siempre siguen la clásica historia de «él + ella para siempre». ¿Y si lo que consideras monogamia tradicional pudiera ser algo más flexible y complejo? El Dr. Aaron Balick y sus estudios sobre la no monogamia ética han causado sensación en Londres: el amor puede entenderse de otra manera, sin las limitaciones habituales.
Tomemos el ejemplo de Max. Él y su pareja Jevon vivían en una relación abierta: no solo «relaciones libres», sino vínculos emocionales profundos con otras personas durante quince años. De repente, ambos se enamoran de la misma persona, Hassan. Surgió la idea de vivir juntos los tres: un «throuple». Max comprendía: «Nos amamos todos, pero temo que esto pueda arruinarlo todo». El miedo es una reacción normal cuando se reconfigura la dinámica habitual de la relación.
Monogamia: ¿mito o realidad?
Las estadísticas hablan por sí solas. En el Reino Unido, dos de cada cinco matrimonios terminan en divorcio, y la duración media de un matrimonio es de apenas 13 años. Curiosamente, solo el 35 % de los estadounidenses cree que los seres humanos son naturalmente monógamos. Sin embargo, solo el 9 % ha tenido alguna vez una relación poliamorosa, y la mayoría ni siquiera considera esta opción. La poligamia no es una «lista de amantes», sino un sistema de reglas acordadas por todos los participantes.
Poligamia: más que sexo
Muchos piensan en las relaciones poliamorosas como un «juego de amor libre», pero en realidad son mucho más complejas. Existen distintos modelos: «monogamish» —parejas que permiten relaciones secundarias; «poly jerárquico» —pareja principal con parejas secundarias; «solo poly» —personas independientes sin pareja principal; «throuple» —tres personas en una unidad amorosa; «anarquista relacional» —rechazo total del concepto tradicional de relación.
La clave del éxito: confianza, honestidad, comunicación abierta y consentimiento de todas las partes. Esto no significa que la poligamia elimine los conflictos o los celos; al contrario, añadir un tercer o cuarto miembro aumenta la complejidad. Pero con buena comunicación y reglas claras, el amor puede prosperar incluso en configuraciones poco convencionales.
¿Se puede ser polígamo y no saberlo?
La historia de Simon y Amina es un ejemplo perfecto. Siete años de matrimonio y Amina mantiene un intercambio de mensajes apasionado con un antiguo amor. No hubo infidelidad física, pero Simon se siente traicionado. La cuestión no es la cantidad de afecto hacia otros, sino la confianza y la honestidad. La poligamia enseña a ver las relaciones de otra manera: en lugar de limitar el amor, se pueden crear reglas propias respetando los deseos y límites de cada participante.
Equilibrio entre independencia e interdependencia
La lección principal de la poligamia: las relaciones no son «talla única». Es importante revisar y actualizar periódicamente los términos de la relación, considerar los cambios de cada pareja y mantener un equilibrio entre la libertad personal y el cuidado mutuo. A veces el amor no requiere exclusividad, sino la capacidad de compartir atención, respeto y cariño.
La poligamia no es para todos, pero ofrece una perspectiva fresca sobre el amor. A veces es arriesgado ser monógamo, otras polígamo. Lo importante es construir relaciones con honestidad, diálogo abierto y apoyo mutuo.

