A veces ser honesto no es lo más fácil, pero sin duda es lo más masculino que puedes hacer. Especialmente cuando se trata de una chica que te gusta, pero tus sentimientos no son recíprocos. A nadie le gusta decir que no, pero tampoco hay que convertirlo en una tragedia. Lo importante es no empeorar la situación. A continuación, 11 formas de rechazar a una chica que definitivamente debes evitar si no quieres parecer un idiota (o peor, un cobarde).
Inventar excusas
“Estoy concentrado en mi carrera”, “Necesito tiempo para mí”, “Me mudaré a otra ciudad” — clásicos. Las chicas no son ingenuas, detectan la mentira al instante. Esas excusas no te salvan, solo te hacen parecer falso. Es mejor decir la verdad que actuar como un personaje de telenovela.
Extender demasiado la explicación
Cuanto más tratas de explicar, más probabilidades hay de decir algo incorrecto. Esto no es una charla TED, es solo una conversación. Honesto, tranquilo y breve — esa es la fórmula que funciona.
Bromear o usar sarcasmo
El sarcasmo puede ser tu arma en el trabajo o con amigos, pero no cuando se trata de los sentimientos de otra persona. Rechazar a alguien en tono de broma no es “ligero y relajado”, es simplemente cruel.
Disculparse sin motivo
La frase “lo siento, pero…” sale automáticamente, pero no has hecho nada malo. No tienes que sentir culpa por no haberte enamorado. Mejor decir: “Aprecio tu interés, pero no siento lo mismo”. Simple y respetuoso.
Hacer cumplidos que den falsas esperanzas
“Eres genial, hermosa, inteligente, pero no para mí” — suena como una mezcla de coqueteo y rechazo. Como resultado, la chica queda confundida: le gustaste, pero no del todo. No compliques las cosas — si no quieres una relación, no le agregues un final romántico a tu rechazo.
Prolongar la conversación
A veces parece que mientras más explicas, menos duele. En realidad, es al revés. Cuantas más palabras, más confusión. Sé claro y no entres en debates, incluso si ella pide “explicaciones más detalladas”.
Comentar sobre su apariencia
Lo peor que puedes hacer. Nunca. Incluso si quieres enfatizar que “no es por su apariencia”, no lo menciones. Cualquier comentario sobre su cuerpo, maquillaje o estilo quedará en su memoria. No es honestidad, es grosería.
Retrasar la conversación
“Lo diré después”, “no es el momento” — así nacen los dramas. Cuanto más tiempo guardas silencio, más esperanza le das. Y cuando la verdad finalmente sale, duele diez veces más. Un hombre de verdad habla con honestidad y a tiempo, no desaparece en la niebla.
Ser ambiguo
Si no quieres salir con ella, no digas “ya veremos” o “solo salgamos a divertirnos”. Eso no es suavidad, es cobardía. No des falsas esperanzas si no las hay. Establecer límites claros es respetuoso, aunque suene un poco duro.
Ignorar
Desaparecer sin explicaciones es lo peor que puedes hacer. No es “una forma de evitar el conflicto”, es crueldad. Cuando simplemente desapareces, la chica queda sola con dudas, conjeturas y dolor. Sé un hombre, no un fantasma.
Exagerar con la verdad
A veces querrás explicar por qué no es adecuada para ti. Alto. Incluso si ella pide honestidad, no conviertas el rechazo en un interrogatorio con una lista de defectos. La verdad se puede decir de muchas maneras: elige la que le permita dormir tranquila, no la que la sumerja en la depresión.