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¿Por qué algunos siguen las reglas y otros las rompen?

¿Por qué hay personas que obedecen las normas al pie de la letra, mientras otras viven como si no existieran? ¿Por qué para unos la reputación lo es todo, y para otros no significa nada? ¿Por qué ciertos países poderosos respetan tratados internacionales, mientras otros hacen lo que les da la gana?

¿Por qué hay personas que obedecen las normas al pie de la letra, mientras otras viven como si no existieran? ¿Por qué para unos la reputación lo es todo, y para otros no significa nada? ¿Por qué ciertos países poderosos respetan tratados internacionales, mientras otros hacen lo que les da la gana?

Todo se reduce a una sola cosa: la disposición a asumir las consecuencias de ser independiente.

Basado en materiales de menscult.net

Las tres etapas del desarrollo frente a la ley

La relación que tenemos con las reglas, la autoridad y la moral evoluciona con el tiempo, y está relacionada con tres impulsos básicos del ser humano: sobrevivir, reproducirse y dominar. Cada etapa define cómo actuamos frente a situaciones difíciles o críticas.

Etapa 1: Supervivencia — “Obedece o muere”

Esta es la base. Aquí manda el miedo. Cumplimos las normas porque romperlas parece sinónimo de desastre. No tienes poder, ni dinero, ni seguridad — así que mejor te comportas. Es la mentalidad del que solo quiere sobrevivir.

Todo gira en torno a evitar el castigo. La lógica es: “Así es la vida. No tengo opción.”

Etapa 2: Reproducción — “¿Qué dirán?”

Cuando uno ya tiene lo básico cubierto, busca aceptación social. Aquí el miedo no es morir, sino ser rechazado: que te despidan, que tu pareja te deje, que nadie te respete.

Es la mentalidad de la clase media. Tienen algo que perder, así que hacen todo “como se debe”. Siguen las normas para mantener su estatus. Piensan: “No quiero quedar mal con nadie”, “¿Y si hablo de más?”

Etapa 3: Dominio — “Yo pongo las reglas”

Esta es la etapa de los líderes. El objetivo no es encajar, sino controlar el juego. Las reglas dejan de ser sagradas: son herramientas. Se siguen, se ignoran o se rompen, según lo que convenga.

El pensamiento aquí es: “Lo hago porque es necesario. Punto.”

Cómo afecta esto al negocio, al poder y a la sociedad

Cuando una sociedad o grupo se compone mayoritariamente por personas en una misma etapa, eso se nota:

  • Si predominan los supervivientes, hay dictaduras con una élite rica y un pueblo pobre y temeroso.
  • Si mandan los que buscan aceptación, todo se vuelve superficial, lleno de reglas y pocas acciones.
  • Y si dominan los líderes, hay cambios rápidos, luchas por el poder y grandes transformaciones.

En el mundo empresarial, pasa lo mismo:

  • Los supervivientes ni se atreven a emprender. Y si lo hacen, colapsan por el estrés.
  • Los que buscan quedar bien no saben decir que no, temen las quejas, evitan riesgos... y se queman rápido.
  • Los dominantes hacen negocios sin pedir disculpas. Venden, arriesgan, fallan, ganan. Pagan multas como quien paga peaje.

Todos reaccionamos distinto frente a la ley y la autoridad. Algunos siguen las reglas, otros las refuerzan, y unos pocos las reinventan. Son estos últimos los que cambian el mundo.

¿Por qué algunos siguen las reglas y otros las rompen?
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