Existe un tipo especial de personas: los emprendedores. Dicen que aman los negocios, que disfrutan los desafíos, que viven para la lucha y que no pueden imaginar su vida sin el hustle. Incluso cuando todo se derrumba, te hablarán con pasión sobre lo mucho que disfrutan el proceso. Suena romántico, ¿verdad? Ahora enfrentemos la verdad: ¿por qué la gente sigue en los negocios, incluso cuando el éxito es dudoso?
Existe un tipo especial de personas: los emprendedores. Dicen que aman los negocios, que disfrutan los desafíos, que viven para la lucha y que no pueden imaginar su vida sin el hustle. Incluso cuando todo se derrumba, te hablarán con pasión sobre lo mucho que disfrutan el proceso. Suena romántico, ¿verdad? Ahora enfrentemos la verdad: ¿por qué la gente sigue en los negocios, incluso cuando el éxito es dudoso?
No tienen una profesión estable, ni herencia, ni inversiones. Nadie los lleva a islas tropicales solo por su apariencia. Sin negocios, no comerían. Así que siguen arrastrando su barco que se hunde, incluso cuando no tiene sentido.
Demasiado arrogantes, demasiado tercos, demasiado ingobernables. No soportan órdenes, odian las reglas y enloquecen a sus jefes. Así que no les queda otra opción que crear su propio imperio donde ellos sean los jefes.
Después de años de estrés, caos y lucha, detenerse da miedo. Incluso si tienen suficiente dinero, no saben cómo relajarse. ¿Y qué harían si no fuera lanzar otro proyecto loco?
Ser emprendedor suena cool, ¿verdad? Creen que las mujeres los admirarán y que otros hombres los respetarán. Aunque su negocio esté en quiebra, aún pueden arrendar un BMW e ir a cenas de negocios para "discutir temas importantes".
Años de trabajo, agotamiento y estrés solo para un momento de suerte, cuando todo sale bien.
Algún día… Cuando ganen 10-100-1000 millones… Entonces la vida será increíble. Hasta entonces, sufrir y soñar.
"Somos un equipo, somos hermanos aquí". Una forma fácil de llenar el vacío en su vida personal.
Inventarse un gran propósito ayuda a evitar la pregunta: ¿Por qué hago esto?
En el 95% de los casos, los emprendedores no disfrutan realmente de su negocio, solo están enganchados a la montaña rusa hormonal. Crisis – adrenalina. Solución – dopamina. Nuevo día – nuevo problema.
Las personas con esta mentalidad a menudo terminan en el ejército, los servicios de emergencia o la organización de eventos, porque necesitan el caos constante.
Y sí, el 1% de los emprendedores realmente innovan, cambian el mundo y disfrutan el camino. Los demás solo siguen corriendo, incapaces de detenerse.
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