¿Qué hacer cuando tienes suficiente dinero para todo lo que deseas, pero sientes que algo falta? La casa está construida, los autos comprados, las mujeres son tan glamorosas como los autos, pero, de alguna manera, se vuelve aburrido. Al principio, es claro: compras todo lo que puedes. Pero después de un par de años, te empiezas a dar cuenta de que tal vez ya has alcanzado todo y los demás se quedan atrás.
¿Qué hacer cuando tienes suficiente dinero para todo lo que deseas, pero sientes que algo falta? La casa está construida, los autos comprados, las mujeres son tan glamorosas como los autos, pero, de alguna manera, se vuelve aburrido. Al principio, es claro: compras todo lo que puedes. Pero después de un par de años, te empiezas a dar cuenta de que tal vez ya has alcanzado todo y los demás se quedan atrás.
Y entonces llega el momento: ¿qué hacer para no aburrirse? ¿Negocios? Demasiado predecible. Los mercados están saturados, las tecnologías son avanzadas, y las ganas de hacer algo con las manos se desvanecen. Lo que queda es solo estrategia, conceptos, ambiciones que tú mismo creaste, pero ¿dónde está su verdadero poder?
Entonces, la idea llega: es hora de invertir. Pones dinero en varios proyectos y los ves crecer. Pero aquí está el truco: invertir no es tan emocionante como pensabas. Solo le das dinero a personas inteligentes y te alejas. ¿Dónde está tu factor de genialidad? ¿Dónde está tu lugar en la cima?
Aquí comienza el verdadero problema. Comienzas a buscar a una persona inteligente para que se encargue de todas las operaciones, mientras tú permaneces en tu pedestal, como el gran visionario. Pero la cuestión es que no quieres trabajar con alguien que no te respete. Quieres que todos reconozcan tu genialidad, y esa persona, aunque tenga 10 años menos, debe trabajar según tus reglas.
No se trata de encontrar subordinados. Se trata de encontrar a alguien que te haga aún más rico, pero que siga dispuesto a escucharte. El problema es que no hay muchos de esos. Algunos son simplemente demasiado tontos, contentos con un salario y bonificaciones, mientras que otros son demasiado inteligentes para seguir tus instrucciones y demasiado independientes para trabajar como tú quieres. ¿Qué hacer? O los pagas y te apartas o vuelves a hacer todo tú mismo.
Al final, no hay soluciones universales. El dinero no resuelve todos los problemas y encontrar un equipo para tu proyecto es una tarea complicada. Las cabezas de dragón hechas de varios cabezas no sobreviven en la vida real. Pueden verse bien en el papel, pero en la realidad esta estrategia solo lleva a perder tiempo y dinero. La verdad es que solo aquellos que saben cómo trabajar en su propio nivel y no tienen miedo de asumir la responsabilidad de sus errores, logran el verdadero éxito.
Y sí, el mundo no esperará a que decidas cuál es el mejor proyecto. Al final, solo el trabajo duro y la responsabilidad llevarán al éxito, sin importar cuánto dinero tengas en el bolsillo.
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