¿Eres un buen amante? Los científicos saben cómo comprobarlo (¡y no tiene nada que ver con el gimnasio!)

Si pensabas que para ser deseable y bueno en la cama solo hace falta ser fuerte, musculoso y un macho seguro de sí mismo, es hora de romper ese mito. Un nuevo estudio de antropólogos polacos demuestra que no se trata de bíceps marcados ni del aspecto físico — sino de algo mucho más interesante e importante.

Si pensabas que para ser deseable y bueno en la cama solo hace falta ser fuerte, musculoso y un macho seguro de sí mismo, es hora de romper ese mito. Un nuevo estudio de antropólogos polacos demuestra que no se trata de bíceps marcados ni del aspecto físico — sino de algo mucho más interesante e importante.

540 hombres y una verdad

El estudio contó con la participación de 540 hombres heterosexuales en relaciones estables de al menos tres meses. Los participantes evaluaron su propia atracción y la de sus parejas, y respondieron honestamente cuántas veces habían practicado cunnilingus en los últimos diez encuentros sexuales.

Esto fue lo que descubrieron: los hombres que se consideraban menos atractivos que sus parejas se esforzaban mucho más en darles placer — especialmente a través del sexo oral. Ese acto fue la clave para compensar su inseguridad y demostrar que un hombre puede ser un gran amante.

¿Por qué les gusta tanto el cunnilingus a las mujeres?

Estudios anteriores mostraron que los hombres practican más sexo oral con sus parejas estables que con parejas ocasionales. No es solo una práctica sexual, sino una forma de mantener la relación, mostrar cuidado y atención, y hacer feliz a la mujer.

En este caso, los científicos polacos agregan que la motivación para satisfacer a la pareja lleva a los hombres inseguros sobre su atractivo a convertirse en verdaderos expertos en cunnilingus. Además, ellos mismos disfrutan del acto casi tanto como las mujeres.

¿Qué significa esto para ti?

Esto no quiere decir que debas desarrollar un complejo de inferioridad. Al contrario: el verdadero secreto para ser un buen amante no está en los músculos o en el aspecto físico, sino en la capacidad de escuchar y entender a la mujer, saber qué le gusta y querer sinceramente hacerla feliz.

Así que, si quieres ser ese hombre que deja huella y al que desean volver, no solo apuestes por gestos llamativos, sino también por darle placer a tu pareja a través del sexo oral. Sé un caballero, sé atento — y ella lo valorará mucho.