Muchos creen que el mundo de los negocios es una batalla, donde los competidores despiadados intentan destruirte, robarte clientes y dejarte sin nada.
Muchos creen que el mundo de los negocios es una batalla, donde los competidores despiadados intentan destruirte, robarte clientes y dejarte sin nada.
Pero en realidad, no luchas contra tus competidores. Luchas contra:
¿Y tus competidores? Están en la misma lucha. No piensan en ti – solo intentan sobrevivir.
¿Crees que tu idea es única? Ponla en un cartel en el centro de la ciudad. Nada cambiará. Las ideas sin acción no tienen valor.
¿Grandes empresas? Demasiado lentas y burocráticas.
¿Pequeños negocios? Ahogados en el día a día.
La verdadera competencia no es contra otros, sino contra el tiempo, los problemas y la capacidad de entender a los clientes mejor que nadie.
Parece que hay miles de competidores, pero en realidad, solo unos pocos importan. Aquellos que realmente comprenden el mercado, tienen recursos y saben lo que hacen, son escasos.
En lugar de temer la competencia, pregúntate:
La competencia es una ilusión. Tus verdaderos enemigos son la pereza, el caos y la falta de adaptación.
Supera eso, y ganarás, sin importar dónde estés.
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