¿Por qué los niños sueñan con la fama y no con la fábrica?

Seamos sinceros: si tu hijo sueña con ser TikToker o blogger, no es una tragedia, sino un progreso. Sí, puede sonar extraño, pero vamos a analizarlo.

Seamos sinceros: si tu hijo sueña con ser TikToker o blogger, no es una tragedia, sino un progreso. Sí, puede sonar extraño, pero vamos a analizarlo.

¿Qué buscan las nuevas generaciones?

Los adolescentes de hoy quieren fama, reconocimiento, likes y seguidores. Esto no significa que sean vagos o inútiles. Significa que sus necesidades básicas están cubiertas. No tienen que preocuparse por su próxima comida o por escapar de un hogar complicado. Sus metas están relacionadas con la autoexpresión y el estatus.

¿Por qué esto es algo bueno? Porque demuestra que la civilización está avanzando. Estamos subiendo en la pirámide de necesidades de Maslow. Aquellos que lamentan el "fin del mundo" olvidan que, no hace mucho, los niños soñaban con abandonar la escuela para trabajar y escapar de condiciones familiares duras. Ahora quieren hacer videos, escribir música o administrar blogs. No tienen miedo de destacar.

Un vistazo al pasado

Imagina lo contrario. Sales a la calle y ves a adolescentes enfocados únicamente en cómo conseguir dinero para comer. Sueñan con convertirse en obreros o trabajadores manuales solo para salir de sus hogares problemáticos. ¿Es eso mejor? ¿De verdad? ¿De verdad quieres que los niños aspiren a trabajos duros, habitaciones compartidas en apartamentos deteriorados y una vida sin estatus ni libertad?

La respuesta es clara: no. Tú quieres lo mejor para tus hijos. Entonces, ¿por qué juzgar a otros por buscar lo mismo, aunque de una manera moderna?

El mito de la “juventud perezosa”

Cada generación critica a la siguiente. En los 80 decían: “Estos chicos solo escuchan rock y no hacen nada.” En los 90: “Solo están en la computadora en lugar de trabajar.” Hoy: “Solo les importan los likes.” Esto es normal. El mundo evoluciona, y nosotros luchamos por adaptarnos.

Pero los jóvenes no son tontos. La fama es un recurso. Es dinero, libertad y la oportunidad de hacer lo que aman. ¿No quieres eso tú también? La diferencia es que ellos tienen el valor de intentarlo, mientras que quizás a ti te falte libertad y confianza en ti mismo.

Por qué no hay que preocuparse

Solo unos pocos lo lograrán. Las estrellas son raras, y está bien. El resto aprenderá de sus errores y volverá a caminos más comunes. A los 30, muchos de estos “famosos” estarán sentados contigo en el mismo banco, recordando cómo “antes todo era mejor.” Pero, ¿no es genial que al menos lo intentaron?

Los sueños de fama de los adolescentes no son el fin de la civilización. Son su evolución. El nuevo mundo exige nuevas ambiciones, nacidas no de hambre o pobreza, sino del deseo de vivir con audacia y belleza. ¿No es eso algo bueno?