Sumergirse hasta el fondo del océano no es solo una metáfora de los fracasos en la vida. A veces, es la historia literal de cinco personas que se embarcaron en una aventura submarina… y nunca regresaron. Si pensabas que “Saw” o “Chernóbil” eran el límite del horror, prepárate: Netflix prepara un documental que te borrará la sonrisa de la cara y te pondrá los nervios de punta.
Sumergirse hasta el fondo del océano no es solo una metáfora de los fracasos en la vida. A veces, es la historia literal de cinco personas que se embarcaron en una aventura submarina… y nunca regresaron. Si pensabas que “Saw” o “Chernóbil” eran el límite del horror, prepárate: Netflix prepara un documental que te borrará la sonrisa de la cara y te pondrá los nervios de punta.
Desde el 11 de junio, llega al streaming Titan: The OceanGate Disaster — una película sobre cómo la búsqueda de profundidad y likes puede terminar en una implosión repentina. No metafórica, sino literal.
En 2023, una compañía llamada OceanGate decidió organizar un viaje submarino para superricos hacia el Titanic. A bordo estaba el sumergible Titan, construido, según críticos, literalmente con materiales improvisados y con la inspiración de un “a ver si funciona”. No funcionó. La máquina implosionó a gran profundidad, destruyendo instantáneamente todo lo vivo dentro. Cinco personas. Cinco vidas. Una idea loca.
Lo más escalofriante no es el video desde las profundidades. Es la frase del tráiler: “Fue matemáticamente inevitable”. Y también un ex colega que dice en cámara: “Pensé que Stockton Rush era un psicópata borderline”. Esto ya no es solo un accidente tecnológico. Es el retrato de una megalomanía alimentada por la sed de fama y una aguda falta de sentido común.
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