Hay un enigma que muchos hombres intentan resolver: ¿por qué las mujeres a menudo no nos entienden? Parece bastante simple: expresamos claramente nuestras intenciones, acciones e intentamos hacer todo bien. Pero en algún momento, algo sale mal. Se siente como si nuestros esfuerzos no fueran notados y las mujeres esperaran algo más. ¿Por qué sucede esto?
Hay un enigma que muchos hombres intentan resolver: ¿por qué las mujeres a menudo no nos entienden? Parece bastante simple: expresamos claramente nuestras intenciones, acciones e intentamos hacer todo bien. Pero en algún momento, algo sale mal. Se siente como si nuestros esfuerzos no fueran notados y las mujeres esperaran algo más. ¿Por qué sucede esto?
Cuando un hombre entra en la casa de una mujer, trae consigo su energía, en forma de cuidado, apoyo y acciones significativas. Los hombres necesitan saber que sus esfuerzos son apreciados. Entendemos que las flores o los cumplidos no son todo, pero para nosotros es una manera de mostrar que nos importa. Es nuestra forma de expresar afecto.
El problema surge cuando las mujeres a veces piensan que si un hombre no le compra anillos de diamantes o no la sorprende constantemente, no está haciendo un esfuerzo. Pero la verdad es que los hombres expresan su afecto de manera diferente. A veces está en las pequeñas cosas, como ayudar con las tareas diarias o simplemente estar allí para escuchar. Estos momentos son nuestra forma de mostrar amor, incluso si es sin grandes gestos.
Aquí probablemente radica el mayor malentendido. Las mujeres a menudo quieren que hablemos de nuestros sentimientos y compartamos nuestras emociones. Pero la verdad es que muchos de nosotros fuimos criados de manera diferente. Nos enseñaron que ser fuertes significa no quejarse ni hablar de nuestros problemas. Eso no significa que no necesitemos apoyo o que no sintamos profundamente. Lo hacemos. Simplemente aprendimos a manejar las cosas por dentro.
Los hombres, por naturaleza, son más orientados a la acción que a la conversación. Nos resulta más fácil hacer algo que pasar horas hablando de nuestras emociones. Esto no se debe a que no nos importe, sino a que nos centramos en encontrar soluciones, no en hablar solo de los problemas. A veces no entendemos por qué hablar de sentimientos es una parte tan importante de una relación.
Cuando la gente dice que las mujeres "aman con los oídos", los hombres a menudo se ríen, pero hay verdad en ello. A las mujeres les encantan las palabras dulces, los cumplidos y las promesas. Por otro lado, los hombres prestamos más atención a las acciones. Y aquí es donde comienza la desconexión. Podemos ofrecer cuidado, atención y quizás un poco de romanticismo, pero si la mujer no parece interesada en invertir nada de vuelta en la relación, nos parece injusto.
No es que esperemos cosas materiales a cambio de nuestros esfuerzos. Estamos hablando de apoyo, implicación emocional, o simplemente el deseo de estar cerca y dar algo a cambio. Los hombres necesitan saber que sus esfuerzos están marcando la diferencia. Si sentimos que todo lo que hacemos pasa desapercibido, podemos quedarnos en silencio, y eventualmente, podríamos simplemente irnos.
Los hombres no siempre son los conquistadores que se les pinta. No siempre sentimos la necesidad de capturar el corazón de una mujer con promesas que no vamos a cumplir. Preferimos acciones reales y gestos genuinos. Y si una mujer valora menos esas cosas que las palabras dulces, comenzamos a perder interés.
Es importante para nosotros que las relaciones sean mutuas. Si una mujer espera solo regalos y atención de un hombre, pero no está dispuesta a dar nada a cambio, ya sea participación emocional, cuidado o simplemente apoyo, comenzamos a preguntarnos: "¿Cuál es el sentido?"
Las mujeres deben entender algo simple: no necesitamos esfuerzos extraordinarios. Los hombres somos criaturas prácticas, y esto también se refleja en las relaciones. No siempre hablaremos de amor ni sentiremos la necesidad de tener conversaciones constantes. Pero si estamos ahí, mostrando cuidado e intentando ayudar, esa es nuestra forma de mostrar que nos importa.
A veces, en lugar de esperar un gran gesto romántico, presta atención a nuestras acciones. Porque para un hombre, el verdadero afecto se expresa a través de hechos. Y si sentimos que nuestros esfuerzos no son apreciados, podríamos empezar a preguntarnos: "¿Vale la pena seguir?"
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