Muchos hombres se hacen la pregunta: ¿por qué la infidelidad es tan atractiva, incluso cuando todo parece estar estable en la vida y el matrimonio? A menudo, la pregunta que se hace a un psicólogo es: ¿cómo superar una infidelidad y salvar el matrimonio? Paradójicamente, la respuesta radica en la naturaleza humana misma y en las necesidades básicas que intentamos satisfacer en las relaciones.
Muchos hombres se hacen la pregunta: ¿por qué la infidelidad es tan atractiva, incluso cuando todo parece estar estable en la vida y el matrimonio? A menudo, la pregunta que se hace a un psicólogo es: ¿cómo superar una infidelidad y salvar el matrimonio? Paradójicamente, la respuesta radica en la naturaleza humana misma y en las necesidades básicas que intentamos satisfacer en las relaciones.
La infidelidad no siempre comienza con atracción sexual. A menudo comienza con una simple amistad que gradualmente se convierte en algo más. Frecuentemente, conocemos a la persona con la que estamos siendo infieles. Al principio, puede ser solo un apoyo común, compartir preocupaciones y recibir atención y comprensión que faltan en el matrimonio.
Esto crea una cercanía psicológica que gradualmente se convierte en atracción física. El deseo de ser entendido, cuando parece que esto no ocurre en la relación, a menudo se convierte en el desencadenante de la infidelidad.
Las mejores cualidades. En una relación con un amante, se siente que están sacando lo mejor de cada uno. No hay irritaciones ni incomodidad como en una relación a largo plazo. En algún momento, puede sentirse como una relación ideal.
Ignorar los defectos. En esta nueva conexión, los defectos se ignoran fácilmente porque nadie te juzga como tu pareja. La relación parece perfecta y libre de los conflictos habituales que surgen en un matrimonio.
Vida sexual intensa. Puede estar seguro de que nadie puede hacerte sentir como lo hace tu nuevo amante. La pasión externa y las nuevas sensaciones sexuales parecen ser únicas. Pero no se trata tanto de la atracción hacia el otro, sino de tus propias fantasías, alimentadas por la novedad y la emoción.
Este tipo de relaciones no duran para siempre, pero pueden extenderse. Cuanto más duren, más difícil será romperlas. ¿Por qué? Porque la infidelidad crea la ilusión de que has encontrado algo especial que falta en la vida cotidiana. Esto es autoengaño, basado en la creencia de que has encontrado algo en la otra persona que no se puede encontrar en las relaciones reales.
Es importante entender que para la infidelidad no es necesario un gran cambio en la vida. Personas comunes, tanto hombres como mujeres, pueden encontrarse en tales situaciones cuando sus necesidades básicas no están satisfechas. Comenzamos a buscar apoyo, convenciéndonos de que si tuviéramos a alguien con quien hablar, las cosas serían diferentes.
La infidelidad no se trata solo de buscar algo nuevo o escapar de la rutina. Se trata de profundas necesidades emocionales de conexión, comprensión y apoyo. Cuando no encontramos esto en nuestra relación, puede surgir la tentación de buscar consuelo en otro lugar. Es importante recordar que todos somos vulnerables, y es fundamental trabajar constantemente en satisfacer las necesidades emocionales dentro del matrimonio para evitar este tipo de situaciones.
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