Estás junto a ella. Es más alta que tú. Sí, ahora mismo. ¿Y qué? ¿Deberías entrar en pánico? ¿Contar un chiste tonto sobre la NBA? ¿Empezar a compadecerte o buscar zapatillas con suela elevada?
Estás junto a ella.
Es más alta que tú.
Sí, ahora mismo. ¿Y qué? ¿Deberías entrar en pánico? ¿Contar un chiste tonto sobre la NBA? ¿Empezar a compadecerte o buscar zapatillas con suela elevada?
Alto ahí. Respira.
No estás en un sketch. Esta es tu vida. Y puedes hacer que funcione.
¿Un hombre más bajo que su pareja? No es un error del sistema, sino una versión interesante y valiente del amor.
No eres el único, y seamos sinceros — ¿a quién le importa?
Si tú no haces de esto un problema, ella tampoco lo hará. Porque ella observa tu actitud, no los números en una cinta métrica.
Si te plantas a su lado como si acabaras de perder en Call of Duty, claro que será incómodo.
Le gustas. No lo olvides. Sé tú mismo.
La clave es sencilla: espalda recta > altura.
No te encorves a su lado — no para parecer más alto, sino porque eres un hombre. Y los hombres no se esconden. Ni con la mirada, ni con los hombros.
No eres su sombra, eres su compañero. Camina como alguien orgulloso de quién es. Y con razón.
¿Quién lo dijo? ¿Una serie del 2007? ¿Un entrenador del colegio? ¿Tu abuela?
Hoy, en 2025, eso está tan pasado de moda como prohibir a las mujeres conducir.
Las parejas con diferencia de altura son algo totalmente normal. Y a nadie le causa escándalo.
A una mujer inteligente y segura no le importa tu altura, sino cómo se siente contigo.
Haz que se sienta protegida, valorada, cómoda — y te mirará con admiración incluso cuando lleve tacones.
¿Te enamoraste porque es inteligente, guapa, divertida, cálida, única? Eso es lo que cuenta.
Una relación no es una pasarela — no todo tiene que verse "proporcionado" en las fotos.
Si tú no tienes un complejo — nadie lo tendrá.
Cada pareja tiene algo que los distingue. ¿Lo suyo es la diferencia de altura? Perfecto. ¡Que sea su broma privada!
Si llevas con orgullo lo que los hace únicos, la gente los mirará. Y, en secreto, los envidiará.
¿Por qué? Porque muchos aún temen ser ellos mismos. Y tú ya diste ese paso.
Si está contigo — ya ganaste. Sabía cuánto medías cuando aceptó salir contigo.
Si tú lo ves como un problema — se convertirá en uno. Si no — no pasará nada.
Así de simple: tú eres el hombre. Ella es la mujer. Están bien juntos — y eso es lo único que realmente importa.
Este sitio utiliza cookies para ofrecerte una mejor experiencia de navegación. Al navegar por este sitio web, aceptas el uso de cookies.