Los caballeros prefieren a las rubias: lo que dice la ciencia

Las rubias siempre han estado envueltas en mitos y leyendas. Desde Greta Garbo y Marilyn Monroe hasta Sharon Stone y Charlize Theron, la palabra “rubia” se ha convertido en un símbolo de algo más que solo cabello claro.

Las rubias siempre han estado envueltas en mitos y leyendas. Desde Greta Garbo y Marilyn Monroe hasta Sharon Stone y Charlize Theron, la palabra “rubia” se ha convertido en un símbolo de algo más que solo cabello claro.

Las rubias a menudo aparecen en las portadas de revistas de moda y en películas para adultos. Pero, ¿realmente los hombres las perciben subconscientemente como más atractivas? ¿Qué aporta la ciencia a esta cuestión?

Charles Darwin, en su estudio El origen del hombre y la selección sexual, intentó determinar la influencia del cabello claro en la atracción sexual. Sin embargo, no pudo recopilar suficientes datos para llegar a conclusiones definitivas.

Desde entonces, se han acumulado muchas teorías científicas. Las investigaciones muestran que el cabello claro está relacionado con mutaciones en los genes responsables de la síntesis de melanina, el pigmento que determina el color de la piel y del cabello. Aunque no existe un solo gen para el cabello claro y los ojos azules, estos rasgos a menudo van juntos y se encuentran en el mismo cromosoma.

El cabello claro y los ojos azules son adaptaciones genéticas relativamente recientes, que aparecieron en los pueblos del norte de Europa hace unos 11.000 años, después de la última glaciación. La despigmentación en los migrantes de África ayudó a sobrevivir con la falta de luz solar, promoviendo la síntesis de vitamina D3.

Los científicos creen que la selección sexual también jugó un papel. En el Paleolítico tardío, las mujeres en el sur de Europa podían alimentarse a sí mismas y a sus hijos gracias a la recolección, mientras que en el norte, la supervivencia dependía de una caza exitosa. El psicólogo Peter Frost sugiere que la escasez de hombres en las tribus del norte llevó a una intensa competencia entre mujeres, lo que pudo haber contribuido al desarrollo de una variedad de tonos de cabello y ojos.

El profesor de antropología Karl Grammer afirma que las rubias naturales tienen niveles más altos de estrógeno y niveles más bajos de testosterona en comparación con las morenas. Esto hace que sus rasgos faciales sean más finos, sus hombros más estrechos y su piel más suave. También muestran comportamientos más infantiles y juguetones, lo que puede interpretarse como una señal de alta fertilidad.

En promedio, las rubias ganan más, y los hombres tienden a ayudarlas más en situaciones difíciles. Investigaciones recientes muestran que las camareras con pelucas rubias reciben más propinas de los hombres.

Sin embargo, cuando se trata de relaciones a largo plazo, los hombres consideran a las mujeres de cabello oscuro como compañeras más serias y confiables.