Cada vez que hablo con amigos sobre el futuro, escucho lo mismo: “Amigo, pronto la IA pensará por nosotros, los enlaces neuronales controlarán cada movimiento, y nuestros IDs digitales y puntajes sociales nos convertirán en robots sin libertad de elección.” ¿Y saben qué les digo? “Chicos, ya están ahí.”
Tu cerebro ya está bajo control
Seamos sinceros: tu cuerpo ya está controlado. Tu cerebro está lleno de programaciones implantadas por padres, escuela y sociedad. Estamos empapados de propaganda, pensando en sexo, éxito y apariencia. Nuestras vidas están llenas de implantes mentales que no se apagan… a menos que decidamos desconectarlos nosotros mismos.
La tecnología no es mala, es eficiente
Todos esos discursos sobre el tecno-totalitarismo son como tener miedo a la electricidad a principios del siglo XX. La IA no viene con un látigo. Dará a los médicos consejos precisos, hará que los padres y familiares sean un poco más empáticos, y ayudará al gobierno a entender mejor a los ciudadanos. Y no todos los políticos quieren hacernos daño.
Caridad y transporte: el futuro ya está aquí
Para quienes quieren mejorar el mundo, la tecnología será una súper herramienta: los voluntarios y proyectos benéficos podrán trabajar de manera más rápida y eficiente. ¿Y el transporte? Los autos podrán “verse” y “escucharse” entre sí, el flujo de tráfico será más fluido, habrá menos accidentes y las carreteras serán más seguras. Esto no es ciencia ficción: es el futuro cercano.
Estamos solo al principio
Actualmente, la IA está como en 1996 en términos de computación: todos han oído hablar de ella, muchos la usan, pero su verdadero potencial aún no se ha desbloqueado. En 10–15 años (quizá antes), la revolución tecnológica mostrará de lo que realmente es capaz. Personas como los Lieberman y Sutskever la guiarán en la dirección correcta, dando a una parte significativa de la humanidad libertad real y control sobre sí mismos.
El miedo es para los débiles
Mi consejo: deja de temer a la tecnología. Mírala como unos nuevos “padres” que toman con cuidado las riendas de tu vida. Y recuerda: el control no tiene por qué ser incómodo o dañino. A veces es la póliza de seguro más inteligente contra el caos, tanto interno como externo. Para más información, visita menscult.net.
