Parece que el café ha conquistado el mundo: nuevos cafés están apareciendo en cada ciudad y aldea, y los entusiastas del café se están convirtiendo en verdaderos expertos. Pero, ¿cómo saber si has cruzado la línea de ser un bebedor ocasional a un verdadero aficionado al café? Aquí hay cinco señales que te ayudarán a descubrirlo.
Parece que el café ha conquistado el mundo: nuevos cafés están apareciendo en cada ciudad y aldea, y los entusiastas del café se están convirtiendo en verdaderos expertos. Pero, ¿cómo saber si has cruzado la línea de ser un bebedor ocasional a un verdadero aficionado al café? Aquí hay cinco señales que te ayudarán a descubrirlo.
Cuando te llega un nuevo molinillo de café, no solo lo miras; examinas meticulosamente los materiales de los discos de molienda. Si son metálicos, te tienta deshacerte de él. Si son cerámicos, sacas inmediatamente tus granos de café artesanales y comienzas a moler sin demora. Los discos metálicos pueden alterar el sabor del café, ¡mientras que los cerámicos son sagrados!
En tu cocina, tienes un hervidor con un largo pico elegante que se asemeja a un cisne. Lo amas por su capacidad para controlar la dirección, la fuerza y la velocidad del vertido, permitiéndote preparar el café a la perfección. Un hervidor eléctrico ordinario es solo para té, si alguien se atreve a permanecer en el nivel plebeyo.
No puedes soportar el azúcar, la leche, los jarabes y otros aditivos. En tu mundo, el café es una bebida sagrada que debe disfrutarse en su forma más pura. Usas un vocabulario especial para describir sus sabores: “notas cítricas”, “matices terrosos”, “toques a nuez”, etc. Las bebidas dulces y lechosas no son para ti, incluso si secretamente deseas algo extravagante.
Cuando se trata de café, estás listo para debatir con cualquier barista. Las discusiones sobre la temperatura del agua, los materiales de la taza, e incluso el jabón que usó el barista – para ti, estos son temas serios. Cualquier pequeña discrepancia o preparación imperfecta es una oportunidad para el debate intelectual y la crítica.
No solo bebes café por la noche, sino que también duermes perfectamente. Tu cuerpo se ha acostumbrado tanto a la cafeína que ya no interfiere con tu sueño. Esta es una de las señales más obvias de que el café se ha convertido en algo más que una bebida para ti.
Si te reconoces en alguna de estas señales, podrías ser un snob del café. Disfruta de este estado o intenta relajarte un poco, pero en cualquier caso, el café es más que una bebida para ti.
Este sitio utiliza cookies para ofrecerte una mejor experiencia de navegación. Al navegar por este sitio web, aceptas el uso de cookies.