En esencia, un verdadero hombre es un hombre realizado. La realización generalmente incluye dos áreas principales:
En esencia, un verdadero hombre es un hombre realizado. La realización generalmente incluye dos áreas principales:
a) Una ocupación significativa — algo en lo que es bueno y que le da satisfacción.
b) Las personas en su vida — familia, pareja, hijos, a quienes ama y por quienes se siente responsable.
Idealmente, tanto el trabajo como la familia deberían brindarle alegría. Incluso si solo tiene éxito en un área, sigue siendo considerado exitoso, especialmente si sus logros provienen de necesidades internas y no del deseo de demostrar algo a los demás.
Un hombre puede estar casado o soltero, desempleado pero ser un gran esposo y padre, o sin hijos pero un profesional de alto nivel. No es importante cuánto gane, sino si puede mantenerse a sí mismo si está solo, y mantener a su familia si está casado. Si puede, todo está bien.
Lo importante es que su vida esté llena de amor, que se acepte como hombre y que en general esté satisfecho con su vida. En resumen, un hombre exitoso es aquel que se siente exitoso a sí mismo.
Aquí están las 10 señales de un verdadero hombre:
A pesar de los cambios sociales, la noción tradicional de lo que significa ser un verdadero hombre sigue siendo prácticamente la misma. Para los hombres, el éxito público sigue siendo más importante que para las mujeres. Por ejemplo, puedo aceptar a una mujer que depende de su padre o de su esposo, pero un hombre debe depender únicamente de sí mismo desde una edad temprana. Madres, aflojen un poco y permitan que sus hijos aprendan a ser independientes.
Un verdadero hombre no se aferra a su madre, pareja o amigos, ni considera a otras personas como una solución a sus problemas.
Muchos hombres dependen de su madre, de los cigarrillos, o incluso de bebidas alcohólicas y drogas. Estas dependencias a menudo se forman en la infancia debido a la falta de apoyo y al control excesivo.
Es normal pedir ayuda en situaciones extremas, pero no debe depender de los demás de manera constante.
Un verdadero hombre no soporta situaciones desagradables ni se adapta a las expectativas de los demás. No permanece en relaciones o trabajos que no le gustan solo por las posibles perspectivas futuras.
Los hombres tienden a compararse, pero un hombre exitoso y seguro de sí mismo controla este impulso. Se enfoca en su propio crecimiento y mejora en lugar de compararse con los demás.
Aunque la sociedad valora a quienes siempre buscan mejorar, la autoaceptación es crucial. Los hombres deben valorar positivamente su apariencia y figura en lugar de buscar constantemente defectos.
Un verdadero hombre no se rebaja persiguiendo a una mujer que lo ha rechazado. Si una mujer no está interesada, es mejor buscar a otra.
Un verdadero hombre evita la crisis de la mediana edad o la supera con mínimas pérdidas.
Sabe que una mujer es tan humana como él, solo que con sus propias características.
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