El mundo de hoy es una arena donde las reglas sociales conocidas empiezan a desmoronarse. Nosotros, los hombres, hace tiempo que dejamos atrás los estereotipos de “cómo se debe”, y ya es hora de decirlo con sinceridad: muchas de las cosas que antes se consideraban obligatorias en la sociedad ya no funcionan — e incluso nos impiden ser nosotros mismos. Si eres un introvertido de alma o simplemente quieres vivir según tus propias reglas, este artículo es para ti.
Saltarse fiestas sin culpa
Te invitaron a una fiesta de trabajo, un cumpleaños o a un bar, y en lugar de buscar mil excusas, solo di: “Chicos, hoy me quedo en casa”. No tienes que hacer el papel del héroe eterno de las reuniones sociales. Ser tú mismo es lo que importa.
Negarse a cargar con un bebé ajeno sin dar explicaciones
Sí, esto suele pasar más a las mujeres, pero a cualquier hombre le pueden querer meter en ese “reto infantil”. Si no quieres, di “no”. Los bebés son frágiles, y nadie te juzgará por ser honesto.
Irse sin decir adiós
Si sales de la oficina o de una fiesta y la gente está ocupada, simplemente levántate y vete. No hace falta gritar “¡Chao a todos!” para llamar la atención.
Dormir hasta tarde y trabajar a tu propio ritmo
Eres búho nocturno y te gusta trabajar desde las 11 de la mañana hasta la madrugada. Deja de torturarte con llamadas temprano. Lo importante es el resultado, no “hacerlo como todos”.
Columpiarse en los columpios infantiles sin vergüenza
Que te miren raro: quieres volver a la infancia y sentir la libertad. Pagas impuestos, los columpios son para todos. Nadie puede prohibirte que te columpies.
Quedarse en casa si estás enfermo
El trabajo no está por encima de la salud. No hace falta ser un héroe y venir con fiebre a la oficina. Si estás enfermo, cuídate y descansa.
Tomar una siesta durante el almuerzo — no es lujo, es necesidad
La siesta aumenta la productividad. En la oficina, en casa o en el coche, 20-30 minutos de sueño te devolverán la energía.
Ir solo al restaurante o al cine y disfrutarlo
No te avergüences de pasar tiempo contigo mismo. El mejor compañero de conversación eres tú.
Comer en soledad — en tu escritorio o en el coche
Socializar está bien, pero comer frente a la pantalla o en el coche es descanso. No te obligues a participar en “almuerzos obligatorios” si no te apetece.
Beber en silencio en las fiestas sin tener que conversar
¿No quieres hablar? No hables. Solo siéntate en un rincón con tu bebida. Nadie debería forzarte a socializar para divertirse.